domingo, 19 de octubre de 2014

¿QUÉ SIGNIFICA ESPÍRITU?


El principio de la vida se representó a menudo bajo la figura de un aliento o aire. La respiración es el síntoma más evidente de la vida; su cesación es la señal invariable de la muerte; invisible e impalpable, representa la misteriosa fuerza invisible detrás de los procesos vitales. Por ende, nos encontramos que la palabra "espíritu" se utiliza en varios sentidos diferentes pero afines:

  1. Denota a un ser vivo, inteligente, incorpóreo, tal como el alma.
  2. La ardiente esencia de fuego o aliento, que se suponía fuese la fuerza vital universal.
  3. Alguna forma refinada de la substancia corporal, un líquido que se cree que actúa como un medio entre la mente y la tosca materia del cuerpo. San Alberto Magno distinguía entre espíritus corpóreos e incorpóreos, y mucho después de la época escolástica, de hecho, hasta finales del siglo XVIII, los “espíritus animales”, “espíritus vitales”, “espíritus naturales” eran fuerzas reconocidas en todos los fenómenos fisiológicos.
En psicología, "espíritu" se usa (con el adjetivo "espiritual") para denotar todo lo que pertenece a nuestra vida más elevada de la razón, el arte, la moral y la religión en contraste con la vida de la mera percepción sensorial y la pasión. Este último depende intrínsecamente de la materia y está condicionado por sus leyes; el primero se caracteriza por la libertad o el poder de la libre determinación; "espíritu" en este sentido es esencialmente personal.


En teología los usos de la palabra son variados. En el Nuevo Testamento significa a veces el alma del hombre (generalmente su parte superior, por ejemplo, "el espíritu está pronto"); a veces la acción sobrenatural de Dios en el hombre; a veces el Espíritu Santo ("el Espíritu de la verdad a quien el mundo no puede recibir "). El uso de este término para denotar la vida sobrenatural de la gracia es la explicación del lenguaje de San Pablo sobre el hombre carnal y el espiritual y su enumeración de los tres elementos, espíritu, alma y cuerpo (1 Tes. 5,23; Ef. 4,23).

Generalmente la materia ha sido concebida, en un sentido u otro, como la limitación del espíritu. Por lo tanto, se pensaba que los espíritus finitos requerían un cuerpo como un principio de individuación y limitación; sólo Dios, el Espíritu Infinito, estaba libre de toda mezcla de materia.


Por otra parte, en el Antiguo Testamento aún no se había revelado la Santísima Trinidad (pues el Hijo de Dios hecho carne nos la dio a conocer recién en el Nuevo Testamento). Sin embargo, el Señor fue preparando de diversas maneras a su pueblo de Israel a fin de que un día estuviese suficientemente maduro para acoger la plena revelación en Jesucristo.


El término "Espíritu" traduce  el término hebreo "Ruah", que en su primera acepción significa soplo, aire, viento; sugiere movimiento, acción, infiltración en todas partes, producción de los cambios de la naturaleza para producir la vida, etc. Por eso se la usa como signo del Espíritu de Dios que compenetra al ser humano, le da vida, lo renueva y santifica.


Una cualidad del don del Espíritu es que es siempre libre, no sigue ninguna lógica: no se somete a ninguna norma, sino solo al plan salvador de de Dios; así descubrimos su completa autonomía y trascendencia.


Jesús utiliza precisamente la imagen sensible del viento para sugerir a Nicodemo la novedad trascendente del que es personalmente el Soplo de Dios, el Espíritu divino (Jn 3, 5-8). Por otra parte, Espíritu y Santo son atributos divinos comunes a las Tres Personas divinas. Pero uniendo ambos términos, la Escritura, la liturgia y el lenguaje teológico designan la persona inefable del Espíritu Santo, sin equívoco posible con los demás empleos de los términos "espíritu" y "santo".


La palabra "Espíritu", significa, entonces:
  • Viento. La palabra significa en un principio viento o soplo (algunas biblias traducen por aliento). Por ejemplo: "Él creó las montañas y creó el viento, descubre a los hombres su pensamiento, hace la mañana y la noche" (Am 4, 13).
  • Vida Humana (o el principio interior de la vida). Poco a poco también pasó a significar la vida humana; porque en los pueblos más sencillos como los nómadas, donde no había médicos, cuando una persona estaba en agonía se daban cuenta de si ya había expirado poniendo un espejo junto a la nariz para ver si aún respiraba: el soplo era el signo de la vida. De ahí pasó a significar el principio de vida que lleva en su interior el hombre, y luego las cualidades de esa vida interior.
  • El Espíritu de Yahvé. Con el andar del tiempo, usaron la imagen de "el Espíritu de Yahvé" para expresar que Dios es quien, "con su aliento o su soplo", determina las estaciones, la vida y lo estados de la naturaleza.

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